Consejos de jardinería sostenible: construcción de un suelo de jardín sostenible
Es lógico pensar que un suelo saludable es un componente clave para la salud de las plantas. Después de todo, en eso crecen las plantas, por lo que el suelo que no es bueno afectará su vigor. Construir un suelo saludable no solo es bueno para las plantas, sino que puede proporcionar otros beneficios. El suelo sostenible del jardín conserva la humedad, previene la erosión y más. Aprender sobre el desarrollo del suelo para jardines sostenibles también reducirá el mantenimiento del paisaje.
Efectos de la jardinería sostenible
El suelo es el bloque de construcción para el crecimiento de las plantas. La jardinería sostenible requiere el manejo del suelo para mejorar sus propiedades, pero no tiene que ser costosa ni lenta. Es un control anual sobre la salud del suelo, y luego una respuesta para mejorar esa salud. Es un proceso gradual y uno que debe ocurrir mientras estés cerca. Sin embargo, con solo un poco de trabajo, la materia orgánica de su suelo puede mejorar, generando numerosos beneficios en el jardín.
El suelo mejorado debe tener mucha materia orgánica. La materia orgánica es la base para construir un suelo saludable. El suelo sostenible del jardín previene la compactación, proporciona nutrientes, conserva la humedad al tiempo que evita la acumulación, evita la erosión y alienta a los organismos sanos a florecer. El suelo de jardín sostenible es una mezcla en capas de cosas.
La parte superior es el humus o la materia orgánica y debajo está la capa superior del suelo. La capa superior descompone la materia orgánica y el agua de lluvia la arrastra hacia la capa superior del suelo que contiene la mayoría de los organismos, como las lombrices de tierra y las bacterias beneficiosas. Es en esta capa donde se utilizan la mayoría de las enmiendas sostenibles del suelo.
Construyendo un jardín sostenible
El suelo para jardines sostenibles puede necesitar un poco de ayuda. En un bosque, por ejemplo, el suelo se mejora naturalmente con hojas caídas, ramitas y otros aditivos orgánicos. En el jardín de la casa, las plantas eventualmente usarán gran parte de los nutrientes en el suelo, por lo que fertilizamos. Sin embargo, si agrega materia orgánica compostable, puede reducir la necesidad de fertilizar las plantas.
Cualquier cosa de la cocina y el jardín puede entrar en un sistema de compostaje. Una vez compostado, se puede volver a agregar al paisaje. Es un proceso simple de reciclaje que le permitirá crear un efecto de ciclo al devolver los nutrientes al suelo.
El compost es solo una forma de fomentar la salud sostenible del suelo. También puede plantar cultivos de cobertura o abono verde. Se pueden trabajar en el suelo o dejar que se pudran en la parte superior. El estiércol bien podrido o incluso el lecho de los animales son otra forma de aumentar la materia orgánica.
El acolchado con materiales orgánicos evitará las malas hierbas y eventualmente se descompondrá, lo que ralentizará la introducción de nutrientes. Ejemplos son astillas de madera, hojarasca, heno, paja y virutas de madera. Las plantas muertas, e incluso algunas malezas, pueden dejarse secar y compostar lentamente a la vista.
Mantener un suelo sostenible y un jardín saludable es fácil y no requiere mucho esfuerzo o gasto.
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